Una estrategia defensiva consiste en las acciones de una empresa dirigidas a proteger su ventaja competitiva. Una empresa persigue estrategias defensivas para proteger la ventaja competitiva mediante la protección de la participación de mercado existente.
Sin embargo, difícilmente pueden crear ninguna ventaja competitiva.
Pero fortalecen la posición competitiva de la empresa. También protegen los recursos y capacidades de la empresa.
Además, sostienen la posición competitiva de la empresa. Las empresas suelen seguir estrategias defensivas principalmente para reducir el riesgo de ser atacadas e influir en los competidores para que dirijan sus esfuerzos a otros competidores.
Las estrategias defensivas de una empresa pueden incluir;
- Ofrecer a los concesionarios/distribuidores descuentos especiales o mejores condiciones de financiación sólo para disuadirlos de no comercializar productos de la competencia.
- Celebrar un acuerdo (o alianza estratégica) con concesionarios/distribuidores, para trabajar como concesionarios/distribuidores exclusivos de la empresa.
- * Ampliar el período de garantía u ofrecer capacitación gratuita a los clientes para disuadirlos de comprar productos de la competencia.
- Hacer arreglos sostenibles para la entrega de repuestos o servicio posventa más rápido que los competidores.
- Hacer un anuncio temprano sobre el lanzamiento de un nuevo producto para que los clientes potenciales pospongan la compra a la competencia.
- Introducir nuevas características de productos o nuevas versiones o nuevos modelos y entrar en nichos de mercado, lo que crearía obstáculos para que los competidores entren en esos nichos.
