Proceso de toma de decisiones racional

Proceso de toma de decisiones racional

La toma de decisiones racional limitada se define como la capacidad y la voluntad de seguir un proceso razonado, no emocional y lógico. enfoque en la toma de decisiones.

Una cuestión muy importante en el tema de la toma de decisiones es la racionalidad.

¿Qué es la racionalidad?

¿Cuándo se toma racionalmente una decisión eficaz?

Idealmente, las personas que actúan o deciden racionalmente deben tener una comprensión clara de las alternativas mediante las cuales se pueden alcanzar las metas bajo las circunstancias y limitaciones existentes.

Asimismo, deberán tener la información y la capacidad para analizar y evaluar alternativas a la luz del objetivo planteado.

Finalmente, deben tener la voluntad de llegar a la mejor solución eligiendo la alternativa que más efectivamente satisfaga el logro del objetivo.

La racionalidad puede definirse como la capacidad y la voluntad de seguir un enfoque razonado, impasible y lógico al percibir los objetivos y evaluar los medios a través de los cuales se deben alcanzar los objetivos.

En un contexto objetivamente racional, quien toma decisiones tiene una idea clara del problema, las oportunidades y las alternativas respaldadas por un conocimiento completo sobre ellos.

En el mundo real es muy difícil tomar decisiones de forma completamente racional.

La racionalidad es un concepto ideal ya que las decisiones racionales son perfectas y sin ningún defecto.

Pero en situaciones de la vida real, es probable que varias consideraciones prácticas interfieran con el logro de una condición ideal.

De hecho, la racionalidad muestra cómo se deben tomar las decisiones y no cómo se toman realmente las decisiones.

Racionalidad limitada en la toma de decisiones

Como ya se ha dicho, asumir la racionalidad en su sentido perfecto es poco realista y no representativo del comportamiento humano real.

March y Simon dicen con razón que la gente rara vez logra una racionalidad completa, particularmente en la gestión.

El premio Nobel Herbert A. Simon acuñó el concepto de “racionalidad limitada” o racionalidad limitada teniendo en cuenta las realidades humanas y ambientales.

Principios de racionalidad limitada

  1. Como nadie puede tomar una decisión que afecte al pasado, las decisiones deben operar para el futuro y el futuro casi en todos los casos implica incertidumbres.
  2. La capacidad de la mente humana para percibir, retener y recuperar conocimiento e información completos sobre acontecimientos pasados, presentes y futuros no es ilimitada. Una vez más, la información no está fácilmente disponible ni es un bien gratuito. El costo de la recopilación de información en relación con su confiabilidad y relevancia es una consideración importante.
  3. Es difícil reconocer todas las alternativas que podrían seguirse para alcanzar una meta debido a las limitaciones cognitivas humanas. No es necesario ni factible generar todo el conjunto de alternativas. Las capacidades computacionales del tomador de decisiones también son limitadas. En la mayoría de los casos, no se pueden analizar todas las alternativas, incluso con las últimas técnicas y herramientas analíticas, como las computadoras.
  4. Con todo su conocimiento e inteligencia, el tomador de decisiones promedio tiene sus propias emociones suaves. No puede impedir por completo que sus puntos de vista subjetivos influyan en el proceso de decisión.

Debido a las limitaciones mencionadas anteriormente, quien toma decisiones preferiría estar más interesado en una elección que sea satisfactoria y suficiente.

En otras palabras, un directivo debe conformarse con una racionalidad limitada o una racionalidad “limitada”.

Dado que en la práctica no es posible que los gerentes sean completamente racionales, a veces hacen concesiones con su disgusto por los riesgos (su deseo de “ir a lo seguro”) para interferir con el deseo de alcanzar la mejor solución dadas las circunstancias.

Esto se ha denominado “satisfactorio”, es decir, elegir un curso de acción que sea satisfactorio o suficientemente bueno dadas las circunstancias.

El proceso de toma de decisiones racional

La toma de decisiones racional es un proceso de varios pasos para elegir entre alternativas. Es un proceso cognitivo que se realiza siguiendo un proceso lógico paso a paso.

En este proceso, el énfasis está en pensar las cosas detenidamente y también en sopesar los resultados y las alternativas antes de llegar a una decisión final. Un proceso eficaz de toma de decisiones requiere una elección racional de un curso de acción.

A continuación se detallan 7 pasos para la toma de decisiones racional:

  1. Definir la situación de decisión.
  2. Identificar criterios de decisión.
  3. Asigne ponderaciones a los criterios.
  4. Identificación de alternativas.
  5. Evaluación de alternativas.
  6. Seleccionar la mejor alternativa.
  7. Implementación de la alternativa elegida y evaluación del resultado.

Definir la situación de decisión

El modelo comienza definiendo el problema. Un problema existe cuando hay una discrepancia entre un estado de cosas existente y uno deseado (Pounds, 1969).

Es imposible tomar una decisión racional a menos que se pueda definir claramente el problema o contexto en el que se debe tomar la decisión.

  • ¿Por qué es necesario tomar una decisión?
  • ¿Cuál será el resultado si no se toma ninguna decisión?
  • ¿Qué resultado se desea?
  • ¿Qué impide que se alcance ese resultado?

Las respuestas a estas preguntas deben ser conocidas por quienes toman las decisiones.

Identificar criterios de decisión

Una vez que quien toma las decisiones ha definido el problema, necesita identificar los criterios de decisión que serán importantes para resolver los problemas.

En este paso, quien toma las decisiones determina qué es relevante para tomar la decisión. Este paso incorpora al proceso los intereses, valores y preferencias personales similares de quien toma las decisiones.

Identificar criterios es importante porque lo que una persona piensa que es relevante para otra puede no serlo. Además, tenga en cuenta que cualquier factor no identificado en este paso se considera irrelevante para quien toma las decisiones.

Asignar ponderaciones a los criterios

Después de identificar todos los criterios, quien toma las decisiones les dará ponderación. El objetivo principal de esto es dar importancia a los criterios que son más importantes por naturaleza.

Básicamente, de esta forma, quien toma las decisiones les dará la prioridad correcta en la decisión.

Identificar alternativas

La clave de este paso es no limitarse a alternativas demasiado obvias o a lo que ha funcionado en el pasado.

Este paso requiere que quien toma las decisiones genere posibles alternativas que podrían tener éxito en la resolución de los problemas. La mejor decisión proviene de estar abierto a múltiples alternativas.

A menudo resulta útil consultar a adultos de confianza o expertos en el área en la que se debe tomar la decisión.

Evaluación de alternativas

A medida que quienes toman las decisiones evalúan cada alternativa, deberían considerar las probables consecuencias positivas y negativas asociadas con cada una. Es inusual encontrar una alternativa que resuelva completamente el problema.

Al considerar las consecuencias positivas y negativas, deben tener cuidado de diferenciar entre lo que saben con certeza y lo que creen que podría ser el caso.

Cuanto más basada en hechos esté la evaluación, más confianza podrá tener en que se producirá el resultado esperado.

Seleccionar la mejor alternativa

Cuando se actúa solo o como parte de un grupo, este es el siguiente paso natural después de evaluar cada alternativa. En general, la mejor alternativa es la que tiene el mayor grado de probabilidad de resolver el problema y el menor riesgo.

Implementación de la alternativa elegida y evaluación del resultado

Si bien esto puede parecer obvio, es necesario señalar que decidir cuál es la mejor alternativa no es lo mismo que hacer algo. La acción en sí es el primer paso real y tangible para cambiar la situación. No basta con pensar en ello o hablar de ello o incluso decidir hacerlo.

Una decisión sólo cuenta cuando se implementa. En el último paso se evaluará el resultado.

Eso significa que después de implementar la decisión, se evaluará si el problema se resuelve o no. Si el problema persiste o ha empeorado, es necesario repetir los pasos del proceso de toma de decisiones hasta que se encuentre una solución aceptable.

La toma de decisiones eficaz requiere que quien toma las decisiones comprenda la situación.

La mayoría de la gente considerará que una decisión eficaz es aquella que optimiza algún conjunto de factores, como las ganancias, las ventas, el bienestar de los empleados y la participación de mercado. En alguna situación, una decisión eficaz puede ser aquella que minimice las pérdidas, los gastos o la rotación de empleados.

Esto sólo puede ser posible cuando quien toma las decisiones sigue los pasos anteriores.

Supuestos de este modelo

El modelo de toma de decisiones racional que acabamos de describir contiene una serie de supuestos. Estas suposiciones son-

  1. Claridad del problema: El problema es claro e inequívoco. Se supone que quien toma las decisiones tiene información completa sobre la situación de la decisión.
  2. Opciones conocidas: Se supone que quien toma las decisiones puede identificar todos los criterios relevantes y enumerar todas las alternativas viables. Además, quien toma las decisiones es consciente de todas las posibles consecuencias de cada alternativa.
  3. Actuaciones claras: La racionalidad supone que los criterios y las alternativas pueden clasificarse y ponderarse para reflejar su importancia.
  4. Preferencias constantes: se supone que los criterios de decisión específicos son constantes y que los pesos que se les asignan son estables en el tiempo.
  5. Sin limitaciones de tiempo ni costos: Quien toma decisiones racionales puede obtener información completa sobre los criterios y alternativas porque se supone que no hay restricciones de tiempo ni de costos.
  6. Pago máximo: El tomador de decisiones racional elegirá la alternativa que produzca el mayor valor percibido.