Redacción jurídica académica: técnicas, reglas, consejos

técnicas de redacción jurídica académica

Cada uno tiene una forma individual de acercarse a la investigación jurídica. Generalmente se requiere redacción académica en el ámbito jurídico en propuestas, tesis y disertaciones para títulos universitarios superiores. Al igual que otras disciplinas, la redacción académica en derecho debe basarse en argumentos lógicos, interconexión de ideas y consistencia y coherencia internas.

El lenguaje jurídico utilizado en los escritos académicos con fines de investigación debe ser imparcial, preciso, inequívoco y coherente.

Desafortunadamente, existe una tendencia a utilizar oraciones largas y complicadas, frases y cláusulas intrusivas, y frases redundantes en la redacción jurídica tradicional, que no son adecuadas para la investigación jurídica.

Los investigadores siempre deben tener en cuenta dos reglas básicas de investigación:

  1. primero, lo que se quiere es una investigación sólida y publicable, no un nivel de perfección inalcanzable, y
  2. segundo, La investigación implica una investigación honesta y desapasionada.

9 técnicas de redacción jurídica son;

  1. Se debe evitar la repetición.
  2. Se evitaron frases arcaicas y obsoletas.
  3. Escribe párrafos bien organizados. Evite los párrafos largos.
  4. Equilibrio en la crítica.
  5. Intenta evitar frases largas.
  6. Utilice palabras y frases precisas.
  7. Revisar y comprobar varias veces.
  8. Utilice las contracciones por escrito.
  9. Las cuestiones fácticas deben tener un argumento jurídico.

Se debe evitar la repetición.

En general, se debe evitar la repetición. Pero la repetición se puede utilizar eficazmente para enfatizar puntos importantes y sacar conclusiones impactantes.

El investigador no debe limitar la búsqueda a casos que apoyen su posición. Un investigador competente anticipará ambos lados de un argumento e identificará las causas que indican conclusiones contrarias. No ocultes información simplemente porque va en tu contra.

Se evitaron frases arcaicas y obsoletas.

Deben evitarse frases arcaicas y obsoletas. También se debe evitar la retórica o la jerga que aliene innecesariamente a los lectores. La palabra "jerga" describe un lenguaje común de términos especializados utilizados dentro de un grupo de expertos o profesionales, que pueden resultar útiles.

A veces, puede resultar útil en escritos legales. Pero el uso frecuente de jerga puede dar lugar a una redacción poco clara. Hay que tener en cuenta que la finalidad de la escritura es expresar, no impresionar.

Escribe párrafos bien organizados. Evite los párrafos largos.

Por lo general, los párrafos deben tener, en promedio, menos de siete oraciones. Cada párrafo debe estar conectado lógicamente con el siguiente. Los párrafos también deben mostrar la progresión de una idea a la siguiente.

Escribe párrafos bien organizados. Cada párrafo debe marcar el desarrollo completo de una sola idea.

Los párrafos utilizados correctamente ayudarán al investigador a lograr dos objetivos;

  1. primero, ayudarán a la comprensión al separar un tema; y
  2. ssegundo, también proporcionan una pausa natural para que la mente del lector absorba y reflexione sobre un tema antes de embarcarse en el siguiente.

Equilibrio en la crítica.

Criticar los argumentos de otros es normal, pero se debe evitar cualquier crítica excesivamente dura, incluso si el argumento de uno está muy bien fundamentado. Se debe mantener un equilibrio entre el aprecio y la crítica al evaluar el trabajo de los demás. En general, la crítica constructiva de otros trabajos puede incluir casos en los que el autor está desinformado, mal informado, ilógico en su argumento o tal vez cuando el relato es incompleto.

Intenta evitar frases largas.

Existe una tendencia entre los abogados e investigadores jurídicos a sentencias largas. Pero se deben evitar frases innecesariamente largas y lenguaje complejo.

A veces, una oración más corta puede promover una mayor claridad. La forma más sencilla de mantener su escritura clara y legible es escribir oraciones cortas. La regla básica al construir una oración es que debe haber unidad de pensamiento y claridad de expresión.

Utilice palabras y frases precisas.

Asegúrate de elegir las palabras o frases que expresen tus ideas con mayor precisión. Las palabras o frases deben corresponder al contexto y propósito de la escritura. En general, se deben evitar palabras o frases complejas, abstractas y desconocidas.

Revisar y comprobar varias veces.

Revisa tu primer borrador para echar otro vistazo a lo que has escrito. La revisión brinda la oportunidad de verificar la buena elección de palabras, la estructura de las oraciones, la precisión y la calidad general de la escritura.

Utilice las contracciones por escrito.

Contracciones como no puedo, no he querido, no quiero, pueden ser aceptables en la correspondencia. Pero estos deben evitarse en los escritos legales.

Intente encuadrar las cuestiones y vincular las cuestiones fácticas con argumentos jurídicos.

Actualizar la información es importante para la investigación jurídica ya que la ley cambia constantemente.

Por lo tanto, el objetivo de la investigación debe reflejar el desarrollo más actualizado del tema. El investigador debe estar plenamente familiarizado con la información más reciente.

Por ejemplo, se pueden aprobar nuevas leyes, se pueden modificar las antiguas o los tribunales pueden dictar nuevas decisiones en proyectos de investigación.

La actualización de estos nuevos desarrollos legislativos o judiciales es particularmente importante para Ph.D. investigadores. Los investigadores deben verificar los estatutos mencionados en la investigación para asegurarse de que no hayan sido modificados o derogados.

De manera similar, también se deben verificar las decisiones judiciales para garantizar que no hayan sido revocadas o anuladas en el proyecto de investigación.

El investigador también debe revisar el planteamiento de cuestiones y las fuentes inicialmente incluidas en el plan a la luz de lo aprendido a través de la investigación.

La cuestión de cuándo dejar de investigar es tan difícil como saber por dónde empezar. No existe una regla uniforme sobre cuán extensa debe ser la investigación, y saber cuándo detenerla es una habilidad que sólo puede desarrollarse con el tiempo.

A veces los límites de la investigación los marca la naturaleza del proyecto.

Sin embargo, se puede argumentar que el investigador debe detenerlo cuando esté seguro de que se ha logrado un punto de referencia de análisis para encontrar las preguntas de investigación.

Pero, por supuesto, un final abrupto no es bueno, como tampoco lo es un simple resumen del trabajo de investigación.

La conclusión debe reforzar el argumento y también puede presentar nuevos hallazgos. Debe tenerse en cuenta que una investigación jurídica sólida no requiere examinar todos los recursos o casos para investigar la cuestión.

Más bien, requiere identificar los casos o fuentes más útiles y llegar a una conclusión a la luz de ello.